Verdadero o falso: los 10 mitos sobre de la expansión del Canal de PanamáDesde hace algunos años, las embarcaciones han sido categorizadas según su tamaño. La eslora máxima permitida para cruzar el Canal de Panamá determinó la medida estándar más conocida en la industria, conocida como Panamax. Sin embargo, con el incremento en el tamaño de los buques, debido a la creciente necesidad de movilizar mayor cantidad de carga, la medida Panamax fue rápidamente superada por las embarcaciones denominadas post-Panamax. Esto causó una reacción en cadena en la infraestructura portuaria existente, forzando a los puertos y a sus operadoresa invertir en ampliaciones que les permitieran atender a un nuevo tipo de cliente. Esta necesidad alcanzó al Canal de Panamá, originando la iniciativa de expandir la principal conexión comercial entre los océanos Pacífico y Atlántico.
A casi un siglo desde que el Canal comenzó sus operaciones, las obras de remodelación incluyen un completo juego de esclusas, para completar un total de tres, un canal de acceso Pacífico, dragado para mejorar los canales de navegación y mejoras en el suministro de agua. No obstante, el proyecto de US$5.200 millones no ha estado ajeno a la controversia. Muchos mitos se han construido a su alrededor durante sus seis años de desarrollo. Aquí, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) los revela. Mito 1: El precio ofrecido por Grupo Unidos por el Canal (GUPC) para el tercer juego de esclusas era demasiado bajo comparado con las otras propuestas. Comparar las tres propuestas era como comparar peras con manzanas. Como se trata de un proyecto de “diseño y construcción”, cada una de las propuestas contenía diseños distintos que impactaban en el precio final de la oferta. Por ejemplo, la propuesta ganadora tenía tres tinas de reutilización de agua por cada esclusa, mientras que la propuesta del consorcio Bechtel, Taisei, Mitsubishi Corporation contemplaba el doble de tinas, lo que obviamente aumentaba el tamaño y precio de la obra. De allí que los precios son incomparables, asegura la ACP. Mito 2: La ACP sabía que la empresa Sacyr-Vallehermoso atravesaba problemas económicos al momento de la licitación. Según cuenta la ACP, la adjudicación del contrato del tercer juego de esclusas no fue hecho a una empresa individual, sino a un consorcio de cuatro empresas, en el que todas son solidarias y responsables un 100% por la ejecución del proyecto. Como tal fue que se evaluó la capacidad de éste y los otros consorcios.
Mito 3: El conflicto con GUPC confirma que no se debió ampliar el Canal. Este es un conflicto contractual que nada tiene que ver con los fundamentos que sustentaron la propuesta de ampliación del Canal de Panamá, los cuales siguen vigentes y confirman la necesidad de la obra, asegura la ACP. Como ejemplo está que las navieras ya están construyendo barcos con las dimensiones de las nuevas esclusas del Canal de Panamá y que los puertos de varios países están adaptándose para recibir a los ”nuevos panamax” que podrán usar la vía panameña. Adicionalmente, la necesidad es tan contundente que ya el Canal ha perdido clientes porque hay buques que no lo pueden transitar. Mito 4: La ampliación del Canal enfrenta sobrecostos por 1,600 millones de dólares. Una cosa es lo que diga el contratista, y otra lo que resulte del proceso de reclamo, dice la ACP. Hasta el momento, GUPC no ha podido sustentar ni validar los sobrecostos que alega.
Mito 5: La ampliación del Canal corre peligro de no completarse. Al 31 de diciembre de 2013, la ampliación llevaba un avance de 72% y no enfrenta ningún tipo de contratiempos técnicos ni de ingeniería, confirma la ACP. El contrato del Tercer Juego de Esclusas tiene alternativas para que la ACP complete la ampliación por sí misma, con la participación de otro contratista o por medio de la aseguradora.
Mito 6: Se está afectando el tránsito de los buques por el Canal. La ACP confirma que los trabajos de ampliación se desarrollan de manera paralela a la operación del Canal y sin afectar el paso de los buques, por lo que cualquier incidente con la ampliación no incide en el funcionamiento regular de la vía acuática.
Mito 7: La ACP incumple el contrato del tercer juego de esclusas. Todo lo contrario, afirma la ACP. Se ha hecho todo lo posible para que el contratista desarrolle la obra con éxito y ha hecho su parte con disciplina, enfocada en que el proyecto se lleve a cabo de la mejor manera.
Mito 8: La ACP no le paga a tiempo al GUPC. Aunque la ACP tiene más de 50 días para pagarle al contratista las facturas que presenta por la construcción de las nuevas esclusas, los pagos y obligaciones financieras se están cumpliendo en un plazo promedio de 15 días, lo cual significa un tiempo altamente eficiente en cualquier parte del mundo.
Mito 9: La ACP no le quiere pagar los reclamos al contratista de las nuevas esclusas. La ACP asegura que está dispuesta a considerar los reclamos de sobrecostos que le haga el contratista siempre y cuando los sustente y presente dentro de los parámetros establecidos en el contrato. De hecho, la ACP ya le ha pagado al contratista alrededor de 160 millones de dólares en costos adicionales producto del alza en rubros como acero estructural, acero de refuerzo, diésel, cemento y mano de obra.
Mito 10: La ACP no informó sobre la situación que mantenía con GUPC. La ACP ha informado abierta y transparentemente sobre el desarrollo del proyecto de ampliación del Canal desde que inició en el 2007, incluidos 28 informes trimestrales de Avance de Ampliación en los que se detallan todos los aspectos del proyecto. En el caso particular de la situación con GUPC, la ACP ha informado desde diciembre de 2011 durante una gira de periodistas a los trabajos de construcción de las nuevas esclusas en el Pacífico, los contratiempos que enfrentaba el contratista.
Fuente: www.micanaldepanama.com, a través de www.mundomaritimo.cl, revisado el 27-01-2014 |