Talcahuano se reconstruye a otra escala tras la tragediaEs la comuna que más subsidios ha recibido en el país. Las autoridades quieren aprovechar de solucionar el déficit habitacional que arrastraban por décadas. Unas 2.470 personas aún viven en las 54 aldeas que forman distintos campamentos de damnificados. Asmar y los puertos de Talcahuano y San Vicente realizan millonarias inversiones, con las cuales buscan recomponer e incluso mejorar las instalaciones que tenían.
Santiago, Chile. 8 agosto, 2012. Una comuna en plena reconstrucción, donde todavía siguen retirando escombros. Así se encuentra Talcahuano, el poblado costero más azotado por el terremoto y tsunami del 27 de frebrero de 2010, a dos años y cinco meses de la tragedia. Sus más de 170.000 habitantes han debido lidiar con la paulatina reconstrucción de casas, plazas, empresas y caminos, que se siguen desarrollando en esta zona de la VIII Región. Antes de la devastación, Talcahuano tenía un 17,6% de pobreza, un déficit estructural de viviendas y el desempleo era de 13,5%. Hoy, la desocupación bajó a un 9% y las expectativas de tener una mejor ciudad crecen. El intendente del Biobío, Víctor Lobos, opina que esta “es la ciudad que mejor aprovechó el desastre del 27-F para renacer. El propio Presidente Piñera me solicitó gestionar y realizar proyectos de reconstrucción urbana para transformar a Talcahuano, porque era la zona cero del terremoto. Así como La Serena se reconoce hoy como la gran obra del Presidente Gabriel González Videla, Talcahuano será la gran obra del Presidente Sebastián Piñera Echenique”. Esperando que se concrete pronto esa gran obra -o al menos parte de ella- se encuentran unas 2.470 personas que aun viven en las 54 aldeas repartidas en toda la comuna e insertas en distintos campamentos de damnificados. En las aldeas más populosas -Los Morros, Santa Clara y Tumbes- hay pobladores que suman ya más de dos años en mediaguas, compartiendo el baño y sin poder siquiera tomar una ducha. La aldea El Morro es un ejemplo. Ahí viven 600 personas, o 196 familias, ligadas principalmente a la pesca, puesto que eran vecinos y trabajadores de la caleta del mismo nombre, la que desapareció con el tsunami.
Intendente: Comercio está plenamente operativo El intendente Víctor Lobos destaca que “a los pocos meses del terremoto, la Región del Biobío pudo reconstruir todo su aparato de infraestructura industrial y vial, en especial caminos y puentes”, lo que se refleja en que actualmente el centro de la ciudad se encuentra con un comercio plenamente operativo. Sólo resta terminar la reconstrucción de la Plaza de Armas. La optimista visión es compartida por varios de los talcahuinos con los que conversó La Segunda, quienes esperan que la catástrofe que vivieron pueda convertirse en una oportunidad de cambiarle la cara a la ciudad y solucionar problemas que se arrastraban desde décadas, sobre todo el déficit habitacional y conectividad. Verónica Marchant -quien residía en la antigua caleta Cantero, en la parte norte de Talcahuano, arrasada por el maremoto y donde murieron dos personas- cuenta que el tsunami les permitió a los pobladores de Cantero, Candelaria y Puerto Inglés poder optar a una casa en terreno propio y más cercana a la caleta Tumbes. Antes, para salir o entrar de sus casas debían caminar por sobre un peligroso roquerío costero, o esperar a que el mar bajara, ya que no existían caminos para llegar a sus hogares.
Es la comuna con más subsidios de reconstrucción El Serviu regional ha entregado un total de 10.630 subsidios, que se reparten entre reparaciones y construcción de casas. Con esto concluyó el proceso de entrega. Asimismo, se han iniciado 7.536 obras, y de ellas, 4.543 ya están terminadas. Pablo Ivelic, coordinador nacional de la reconstrucción, señala que “no existe otra comuna a nivel nacional que presente tal cantidad de subsidios en vivienda, lo que incluye reparaciones, adquisición o construcciones nuevas”. De todas maneras, en la ciudad hay muchas familias que aún están a la espera de soluciones habitacionales, las cuales tienen distintos grados de avance, dependiendo de las complicaciones que presentan los proyectos, como por ejemplo la propiedad de los sitios de construcción.
Construyendo para allegados Hoy Cecilia Vallejos, vicepresidenta de la junta de vecinos de la aldea El Morro, ve con esperanza como retiran los escombros de la calle Ramón Unzaga, en donde comenzarán a construir las primeras casas de la población. “Tendremos casas de hormigón en forma de palafitos de dos pisos, y junto a ellas construirán un condominio que beneficiará a otras personas de nuestra población, que eran allegados o arrendatarios, que ahora tendrán su casa propia. Por eso, siempre digo que esto fue una tragedia, pero se convirtió en una oportunidad para muchos. En mi caso, yo ahora viviré sola y no con mis suegros, como antes”, relata.
Se construirán 2.181 casas que no existían antes del 27/F La construcción de viviendas nuevas es destacada por el seremi de Vivienda del Biobío, Rodrigo Saavedra , quien señala que más del 25 % de los damnificados de la región eran arrendatarios y allegados. “Fácil podría haber sido reconstruir sólo lo que se cayó, pero este era el momento para poder solucionar la situación de muchas personas que no tenían casa. Si bien es un problema más grande, era necesario abordarlo, y ese es el valor de lo que estamos haciendo”, dice. Ivelic concuerda en que “Talcahuano tenía un déficit habitacional previo y poca disponibilidad de suelo. Además, de los 10.360 subsidios que se entregaron, 4.100 fueron para viviendas nuevas. De ese número, sólo 1.919 fueron para personas cuyas casas resultaron destruidas, lo que significa que construiremos 2.181 viviendas que nunca existieron y que beneficiaran a los que arrendaban o vivían con familiares”. Añade que “esto genera una demora adicional, puesto que se deben buscar terrenos aptos para construir, en una comuna que presenta una realidad de suelo muy compleja, dada su geografía”. El alcalde de la comuna, Gastón Saavedra, puntualiza que muchas de las viviendas no estarán listas antes del próximo año. Y destaca que la política del municipio ha sido transparentar la información, de modo de no crear falsas expectativas. “La verdad y la dignificación en el trato de las personas es lo que genera que los damnificados estén tranquilos. Yo siempre les dije que tendrían que pasar al menos tres inviernos en campamentos, y no me equivoqué”.
Reconstruir Asmar cuesta US$ 200 millones Talcahuano es una comuna de tradición marítima, marcada por la pesca artesanal, el desarrollo portuario y la presencia de instalaciones de la Armada. La planta industrial de Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) fue uno de las grandes afectadas por el tsunami . La empresa, que cuenta con más de 5.000 trabajadores, sufrió graves daños en casi toda su infraestructura, siendo los principales el frente marítimo, los diques secos, diques flotantes y grúas, entre otros. Estos daños fueron avaluados en US$ 358,3 millones . El proceso de reconstrucción comenzó en los primeros días después del terremoto, con un presupuesto cercano a US$ 200 millones, incluyendo unos US$ 60 millones por seguros. La firma Dragar S.A. es la encargada de reconstruir las instalaciones de Asmar Talcahuano, empresa que, según indica Rodrigo Sazo, gerente general de relaciones públicas de Asmar, está funcionando a un 75% de su capacidad . Anecdóticamente, Asmar inauguraría la noche del 27 de febrero de 2010 el buque Cabo de Hornos, embarcación que terminó varando en el noreste de los terrenos de la empresa después de más de 11 meses por el arrastre del tsunami. Fue rescatado un año después, y su nueva reparación está en curso.
Sólo 4 meses duró la reconstrucción de CAP Acero La Compañía Siderúrgica Huachipato (CAP Acero) registró daños en todas sus unidades, especialmente en el área de producción primaria: Muelle, Altos Hornos, Planta de Coque y Acería. No obstante, el mismo día de la emergencia comenzaron las tareas de reparación. El 14 de julio de 2010 se procesó la primera hornada de acero post terremoto, dando reinicio a la totalidad de sus operaciones, a sólo cuatro meses del terremoto.
US$ 130 millones se invertirán en la reconstrucción portuaria El Puerto de Talcahuano -de la Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente y concesionado a Talcahuano Terminal Portuario S.A (TTP)- siempre tuvo poca movilización de buques de gran escala, registrando 150.000 toneladas al año, algo “insignificante” en comparación con otros puertos de la región, como el de Coronel, señala Carlos Aranguiz, gerente de desarrollo y concesiones de la Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente. Según cuenta, “desde la catástrofe no opera la parte comercial del puerto, pero el descargue pesquero sólo se detuvo un par de meses”. Carlos Feres, presidente del directorio de Talcahuano San Vicente, explica que los planes de reconstrucción, materializados últimamente en un proyecto entregado por la concesionaria TTP, incluyen ampliar el muelle de 160 mts. a 240 mts. con una inversión de US$ 13 millones, y cuya puesta en marcha se iniciaría a comienzos de este segundo semestre. Mientras, el Puerto de San Vicente funciona casi al 100% de su capacidad. Con la salvedad de que dejaron el muelle 1 (que registró daños) sólo para acopio de granel. Paralelamente, SVTI ha desarrollado un proyecto que busca ampliar la capacidad productiva del puerto, construyendo un cuarto muelle de 264 mts. de largo, y reparar la parte más antigua, lo que significará una inversión de US$ 100 millones.
Más de $ 12 millones significa la pérdida de un bote pesquero Los pequeños y medianos pescadores quedaron parados después del terremoto. Aparte del daño en las caletas, perdieron embarcaciones y herramientas de trabajo. Hoy enfrentan el problema de espacio, que ha provocado el proyecto de remodelación del borde costero. Este contempla la construcción de un parque, un mirador, el club de yates y la reconstrucción del muelle. La fecha de terminó de esta obra esta prevista para mayo de 2013, tras una inversión estimada de $ 6.900 millones. Raúl Silva, presidente de A.G. Pescadores Artesanales, accedió al programa estatal “Volvamos a la mar”, que financiaba el 75% de un bote nuevo, cuyo valor total es de unos $ 8 millones. “Yo y muchos colegas tuvimos que conseguirnos dineros con bancos y familiares, para poder tener los dos millones que necesitábamos para financiar el 25% del valor del bote que nos correspondía. Además después debíamos comprar equipamientos como compresores, mallas, equipos, entre otros insumos, lo cual costaba en promedio $ 4 millones más”, enumera. Cecilia Arancibia, presidenta del Sindicato Interportuario de Talcahuano, sufrió la perdida de su restaurant en el borde costero y de su bote pesquero. “Perdí alrededor de $ 20 millones, y no pude postular al programa “Volvamos a la mar” porque hubo un problema con los permisos de zarpe de la Gobernación Marítima; debí costear mis propias pérdidas, lo que me tiene aún sin un bote”.
En números En Talcahuano se entregó un total de 10.630 subsidios. Sólo se han terminado 98 casas, de un total de 3.849 que se deben levantar en Talcahuano, lo que deja un saldo de 3.571 pendientes. No obstante, existen 2.080 que ya se encuentran iniciadas. Luego de la catástrofe, 3.500 personas quedaron viviendo en un total de 84 aldeas, las que hoy se han reducido a 54, con un total de 2.470 personas. Fuente: La Segunda, a través de www.seconstruye.cl, revisado el 09-08 |