San Vicente dejará atrás los derrames gracias al nuevo muelle de ENAPEl terminal petrolero operará desde el primer trimestre del 2012.
Durante el primer trimestre del próximo año deberán estar terminadas las obras de construcción del gigantesco muelle petrolero San Vicente, infraestructura que impulsó Enap para evitar que se repita el derrame de combustible que afectó a la bahía porteña el 25 de mayo del 2007. La edificación del terminal de carga y descarga se enmarca en las medidas de suspensión condicional acordadas entre la empresa y el Ministerio Público, para evitar sanciones contra tres ejecutivos de Enap, quienes fueron formalizados por infracciones a la Ley de Acuicultura y Pesca en marzo de 2008. Para inspeccionar el grado de avance de la obra, el fiscal jefe de Talcahuano, Álvaro Hermosilla, se apersonó en las obras y recorrió la estructura, acompañado de representantes de la empresa de refinación y personal de la Policía de Investigaciones, quienes efectuaron pericias fotográficas y planimétricas del muelle. Según informó Hermosilla, la obra sufrió un retraso a causa del terremoto de febrero de 2010, por lo que se estipuló un nuevo plazo de finalización para octubre de 2012. "El proyecto está ejecutado casi en su totalidad, según nos informaron los ejecutivos de Enap y operará desde el primer trimestre del próximo año, al menos en una marcha blanca, por lo que ahora sólo quedarían obras menores", indicó el fiscal. Otra acción incluida en la suspensión condicional fue la donación de US$ 58 a organizaciones que trabajan en la mitigación y recuperación el daño ambiental, agregó Hermosilla. El abogado informó que una inspección similar se deberá efectuar una vez que las faenas estén finalizadas por completo. Ricardo Oviedo, jefe del proyecto por parte de Enap, aseveró que el objetivo principal del muelle es garantizar la seguridad, tanto a las personas como al medio ambiente. "Se trata del primer muelle petrolero en Chile. Tendrá los más altos estándares tecnológicos y de seguridad", afirmó. El derrame de 2007 se produjo por la rotura en una de las 2 cañerías submarinas para la carga y des-carga de crudo, los que presentaron fatiga de material. Más de 350 metros cúbicos de combustible se esparcieron por la bahía de San Vicente, lo que afectó en gran medida al ecosistema y fauna marina del lugar y de otras zonas cercanas, como caleta Lenga y sus alrededores. El hecho también recordó el voraz incendio que afectó a esa zona de Talcahuano el 6 de marzo de 1993. Tecnología Oviedo explicó que la diferencia es que los ductos del nuevo muelle están en la superficie, lo que facilita la inspección y mantenimiento. "La plataforma de descarga tiene 2 sitios (norte y sur) y se permitirá la operación de buques de manera simultánea, tanto para el movimiento de productos como de crudo". Este proyecto permitirá atender naves de mayor tamaño que en actualidad y a una mayor velocidad. También se informó que laboran en su construcción 600 personas, con un peak de 900 trabajadores. La obra significó una inversión de aproximadamente US$ $140 millones para Enap. Desde su estribo hasta el final tiene 940 metros, los que se suman a 500 metros de interconexiones. Cuenta con una sala de control para detección de fugas, de incendios, monitoreo ambiental, entre otros avances. Las cañerías submarinas que aún funcionan en la bahía datan del año 1966, razón por la que hace varios años que Enap planificaba este tipo de construcciones. El derrame de 2007 y la posterior formalización de sus ejecutivos dieron el pie definitivo para efectuar la millonaria inversión en ese sector de Talcahuano.
|